15 dic 2017

GUADALUPE EICHELBAUM

 

    Hoy nos complace entrevistar a la escritora Guadalupe Eichelbaum, autora de novelas de estilos variados que tienen en común una temática centrada en la vida cotidiana y en la superación de adversidades. Nacida en Buenos Aires (Argentina) desde muy pequeña vive en España; Málaga. La escritura es su gran pasión. Ya de pequeña redactaba poesías, cuentos infantiles y relatos cortos que atesoraba celosamente en cajones, pero no fue hasta 2002 que publicó su primer relato corto “Mi lado de la Verja”, su primera novela; El peregrinaje de Rubén (2005) y siguieron otros relatos como “Tormenta de verano”, “Bajo el puente” (2008) y en este mismo año su segunda novela “Siempre en memoria”, “Tengo Pies” (2011), “El Ojo Blanco” (2014), “Eslabón de papel” (2016) y recientemente, “En busca de los Elefantes” (2017)

 


 Entrevista realizada a la Escritora, Guadalupe Eichelbaum

 

 

Isabel Gámez.─Es obvio, que para escribir hay que ponerse a “escribir”, pero, ¿Es usted muy exigente consigo misma en el proceso de creación de su obra? ¿Qué motivo le lleva a guardar un manuscrito para retomarlo más adelante?

Guadalupe Eichelbaum. ─ Para mí ponerme a escribir es más que un hábito, una necesidad, un acto instintivo, eso no significa, obviamente, que no implique un esfuerzo o una planificación. Soy exigente pero no tanto como para que ello frene mi creatividad.

En primer lugar, puedo dejar un manuscrito “en barbecho” solo para dejar que transcurra un tiempo y poder releerlo con mayor distancia. También si hay algo que no termino de ver claro en la historia.

I.G. ─ ¿Con cuál de sus obras ha tenido la sensación de estar viviendo entre los personajes?

G. E. ─ Con todas, eso es lo mejor de escribir.

I.G. ─Para usted ¿La escritura es más fascinante que la lectura? ¿Qué libro podría leer y releer sin cansarse?

G. E. ─ Son amores distintos, disfruto tanto de leer como de escribir.

No suelo releer mucho, salvo algunas excepciones, como “El principito” y “El señor de los anillos”.

I.G ─¿El cariño por la literatura se le puede transmitir a los hijos? ¿A usted quien se lo transmitió?

G. E. ─ Yo creo que sí, simplemente ocupándose de que tengan libros a su disposición y de que te vean leer. Si, además, lees los libros que ellos leen y compartes impresiones, mejor que mejor. Hay muchas bibliotecas, por lo que tener libros a mano resulta fácil.

En mi casa siempre hubo libros y se hablaba de literatura, leer era algo natural.

I.G. ─En sus creaciones intercala verso, prosa… ¿Previstos, o imprevistos conforme avanza el desarrollo de la trama?

G. E. ─ No es algo que haga habitualmente. En “Tengo pies” intercalé poesías y fue totalmente previsto, formaba parte de los personajes, en la obra eran ellos los autores de las mismas y era una manera de ahondar en sus sentimientos.

I.G. ─ Su novela “El ojo blanco”, entra en el género de terror ¿Le ha sido complicado escribir ese género enfocado a preadolescentes y adolescentes?

G. E. ─ No, una vez que probé con el terror me di cuenta de cuánto disfrutaba pensando en lo que sufriría el lector al enfrentarse al texto, digamos que descubrí una faceta sádica de mi personalidad de escritora que no conocía, je, je.

I.G. ─ Su obra “Eslabón de papel” son 13 historias, trece voces, que no deja indiferente al lector, pero, ¿Cuál de ellas ha “atrapado” a la escritora? ¿Por qué motivo?

G. E. ─ Uff, ésta es muy difícil. Cada una es un pedazo de algo más grande, aunque sean historias independientes forman un todo que no estaría completo si faltara alguna de sus partes. Como aminoácidos que conforman una proteína.

Quizás las más impactantes sean “La gaviota” y “Sacrificio”.

I.G. ─ Las portadas y contraportadas elegidas ¿Cómo fue el proceso de selección?

G. E. ─ Con cada editorial el proceso es distinto. Estoy muy satisfecha con las portadas de “Tengo pies” (Edit. Aladena), “Eslabón de papel” (Edit. Azimut) y “En busca de los elefantes” (Edit. Independiente).

I.G. ─¿Dónde podemos adquirir sus libros?

G. E. ─ Hasta ahora he publicado con editoriales modestas, es posible que los libros no se encuentren físicamente en las librerías, pero se pueden encargar o bien se pueden adquirir por internet, en las páginas de las propias editoriales o en las páginas que se dedican específicamente a ello (Agapea, Casa del Libro,…)

Tengo pies” está descatalogada, por lo que no se puede comprar a día de hoy, confío en que pueda volver a editarse más adelante.

I.G. ─Hablemos ahora de la Autora… ¿Quién es Guadalupe Eichelbaum?

G. E. ─ Soy una mujer, con diversas facetas, como todos, con la suerte de saber cuál es mi vocación y de poder dedicarme a ella: la escritura.

I.G. ─ ¡Muchas gracias por haber aceptado esta entrevista Guadalupe y el deseo de que sigas cosechando grandes logros literarios!

G. E. ─ Gracias.








30 oct 2017

JOSÉ ANTONIO MORENO Y ANA BELÉN MORENO


Me gusta asistir a las presentaciones de libros, y si tengo oportunidad, hacerle una entrevista al autor o autora 


Presentación del libro "Augusto Mucho Gusto", de José Antonio y Ana Belén Moreno





   Entre página y página de un periódico vecinal, allá por el año dos mil once, me encontré con la entrevista que habían concedido los hermanos José Antonio y Ana Belén Moreno aquel veinticuatro de febrero para dar a conocer su libro “Augusto Mucho Gusto”. Debo reconocer que me conmovió el motivo que les llevó a escribir juntos; deseaban mantener vivo el contacto, no debilitarlo y aunque “la distancia no olvida, lo que el corazón recuerda”, con quince mil kilómetros y el Océano Atlántico de por medio, la añoranza les rondaría. Ana Belén, Ingeniera informática, se trasladaba a Costa Rica por motivos laborares.

   Nacieron en Vitoria donde pasaron su infancia y adolescencia rodeados de juegos y muchos libros; la afición por la literatura, el correo electrónico y la distancia los llevó a escribir y más tarde a publicar su primer libro “Augusto Mucho Gusto”, que en la actualidad va por su tercera edición. La casualidad y el transcurrir de los años, me lleva a conocer a José Antonio Moreno, un Arquitecto Superior en Edificación que compagina su actividad profesional con la docencia, afincado en Málaga, tierra natal de sus padres, ha mantenido desde niño un lazo estrecho con la literatura.

En el primer encuentro  con los Autores en Mijas. Nos acompañó con sus obras literarias ese veintitrés de abril de dos mil diecisiete y en septiembre, presentamos su último libro editado bajo el sello Red Apple Ediciones: “Enciéndete para mí”. Aunque ahora continua en solitario, José Antonio Moreno no descarta seguir escribiendo con su hermana.


¡Libro recomendado para todas las edades!


Entrevista realizada al escritor: José Antonio Moreno


Isabel Gámez. ─Aunque usted se define como “aprendiz de escritor”… A lo largo de su trayectoria literaria ha alcanzado importantes reconocimientos. ¿Presentamos su bibliografía? ¿Dónde podemos adquirir sus libros?

 José Antonio Moreno. ─En 2010, tras algunas colaboraciones en revistas nacionales de corte educativo, publica el libro infantil «Augusto “Mucho Gusto”» junto a su hermana Ana Belén y se centra en la composición de relatos con temáticas muy diversas, consiguiendo que éstos formen parte de las antologías:

  • «Una copa de vino…». Mención especial al relato del mismo título en el II Concurso de Microrrelatos de la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela (2013).
  • «7 Pecados Capitales» (Editorial DefotoLibros) con el relato «Basilius, siete pecados en uno». Ganador de la categoría Totus del I Concurso de relatos cortos Tono Escobedo: Pecados Capitales (2013).
  • «Cachitos de Amor II» (Editorial ACEN) con el relato «Ausencia» (2013).
  • «Otoño e Invierno» (Editorial Diversidad Literaria) con el relato «TIC TAC, TIC TAC…» (2014).
  • «Cachitos de Amor III» (Editorial ACEN) con el relato «Don Escobón y Doña Fregona: Pasión entre pelusas» (2014).

 A lo largo de su corta trayectoria como autor de relatos, José Antonio Moreno también ha escrito tres novelas románticas «Seducida por su pasado», Editorial Lulú (2014), «Azúcar y Canela», Romantic Ediciones (2016), sello Romantic Gold y «Enciéndete para mí», RedApple Ediciones (2017), sello RedApple Erótica y ha descubierto la poesía gracias a su participación con las asociaciones poéticas Verso Sentido de Fuengirola y Patio de Ensueño de Mijas.

Redes:

Facebook: .com/joseantoniomorenoescritor

Twitter: @jose_a_escritor

Instagram: @jose_a_escritor

Blog: https://joseantonio-moreno.blogspot.com.es/

Puntos de venta:

Libro en formato Digital: Amazon, GooglePlay, Nubico, Kobo y Otras plataformas digitales.

Libro en formato Trade (rústico con solapas): Disponible en librerías. Dejo algunas direcciones de las librerías especializadas en el género infantil y romántico de Andalucía.

LIBRERÍA HEMINGWAY  C/ Maestra Concepción Guidet, 6. 29640 Fuengirola, Málaga Teléfono: 952 58 83 58

LIBRERÍA BIZNAGA ROMÁNTICA C/ La Unión, nº 30. 29006 (MÁLAGA) libreriabiznagaromantica@gmail.com Tlf.: 649 010 703

LIBRERÍA BIBLIOPOLA C/ Ntra. Sra. de los Remedios 15 11130 Chiclana de la Frontera Tlf.: 856 665 675 – 678 594 470

LIBRERÍA DON LIBRO C/ San Joaquín, nº 1. 23006. (JAÉN),  http://www.libreriasdonlibro.com/,  Tlf.: 953294199

Si tienes una librería y estás interesad@ en poner a la venta cualquiera de los libros en su formato físico no dudes en ponerte en contacto con el autor en joseantoniomorenoescritor@gmail.com

I.G.─ Géneros tan dispares como son sus Libros infantiles. Novelas románticas. Románticas-histórica. Erótica. ¿Qué motivo le lleva a pasar de la literatura infantil a la erótica?

J.A.M.─ Permíteme contarte una historia…

Recuerdo que, siendo unos niños, mi hermana y yo siempre hacíamos el mismo ritual todos los viernes por la tarde. Cuando salíamos del colegio a las 17:30 p.m., mi madre ya nos estaba esperando con los bocadillos. Los comíamos de camino a casa. Una vez allí, mientras esperábamos a que mi padre llegara de trabajar, nos poníamos a leer. La tarde de los viernes era el momento idóneo para hacerlo pero también era el día en el que mis padres aprovechaban para hacer la compra semanal. El Economato, un pequeño almacén al que siempre había que ir con el carro de la compra, las bolsas de tela y la cesta de mimbre, se convirtió en poco tiempo en un refugio para mi hermana y para mí porque, en un rinconcito, generalmente junto a la hilera de cajas donde se pagaba con dinero contante y sonante, había una pequeña estantería giratoria con unos libros naranjas de unas 250 páginas que nosotros mirábamos con ilusión deseando que llegara final de mes.

¡Sí, sí! Final de mes…

Aquello era motivo de alegría para mi hermana y para mí. El viernes posterior al día de cobro, como todos los meses, nuestros padres siempre nos compraban un nuevo ejemplar de Los Hollister ¾ colección de 33 libros escritos por Andrew E. Svenson (1910-1975) bajo el pseudónimo de Jerry West e ilustrados por Helen S. Hamilton ¾. ¡Uff, qué tiempos! Aún recuerdo los nombres de aquellos cinco hermanos aventureros que nos acompañaron durante tanto tiempo: Pete, Pam, Ricky, Holly y la pequeña Sue. Aquellos viernes eran mágicos para nosotros. Mientras mi padre abonaba la cuenta y mi madre metía la compra en el carro, en las bolsas de tela y en la cesta de mimbre, mi hermana y yo leíamos las primeras líneas del ejemplar que nos acababan de comprar. Y a partir de aquel momento, y siempre en palabras de nuestros padres, no había niños en casa en todo el fin de semana.

Poco después, una misteriosa mujer que se identificó como vendedora de El Círculo de Lectores comenzó a acudir trimestralmente a nuestra casa. Y de tanto insistir e insistir, finalmente comenzamos a incrementar el peso que se iba acumulando en las librerías del salón. El muñeco de don BepoVania el ForzudoNo pidas sardina fuera de temporada… fueron títulos que nos acompañaron durante los duros inviernos en los que la nieve en la calle nos impedía salir a jugar. ¡Aquello sí que eran nevadas! Algunos inviernos, la nieve incluso nos llegaba por encima de la cintura. ¡Uff!

Tiempo después, cuando comenzamos a madurar y los libros infantiles ya no nos atraían tanto como al principio, ante la ausencia de medios para comprar otro tipo de literatura, mi hermana y yo decidimos aprovechar la extensa colección de libros de romántica que mi madre atesoraba en el salón. Recuerdo que el primer libro que leí de romántica fue Corazón Indómito de Johanna Lindsay y que ha sido el único libro ¾ repito: el único ¾ que he leído dos veces en mi vida. ¡Sí, sí! No sé por qué, pero tengo la costumbre ¾ o la manía ¾ de no leer nunca los libros dos veces, ni tres, ni cuatro…

Recuerdo que en 4º de primaria hice mi primera incursión real en la escritura: una pequeña obra de teatro que luego representaron algunos de mis compañeros de clase. Posteriormente, inicié una historia de un naufragio, en la que los protagonistas habitaban una isla desierta en compañía de un elefante al que bauticé con el nombre de Kumba. Y, finalmente, cuando mi hermana tenía 13 y yo 16, tras varios años enganchados a la romántica, comenzamos a esbozar lo que años más tarde fue nuestra primera novela: Seducida por su pasado.

Redactábamos en papel. Cuando considerábamos que el capítulo estaba cerrado, lo hacíamos oficial pasándolo a limpio con la máquina de escribir eléctrica que nos compraron nuestros padres al concluir un curso de mecanografía. Cuando la novela alcanzó casi las 200 páginas, el destino hizo que se quedara aparcada en un cajón. Y, durante algunos años, dejamos de escribir. Los estudios nos absorbían demasiado. Yo acababa de iniciar la carrera de Arquitectura y mi hermana, a la zaga, ya estaba pensando estudiar Ingeniería Informática.

En 2008, con las carreras terminadas, ocurrió algo que nos cambió la vida completamente. Mi hermana se marchó a trabajar a Costa Rica.

¡Costa Rica!

Hasta ese año poco o nada había escuchado sobre ese país que me “robaba” a mi hermana, a mi mano derecha, a la persona con la que había convivido estrechamente durante tantos años. Y como esa unión no podía desaparecer a pesar de los miles de kilómetros que nos separan, un día le escribí en un escueto mensaje por e-mail que decía: “Ana Belén, tenemos que buscar un proyecto que nos obligue a mantener el contacto diario. ¿Qué te parece si escribimos un libro juntos?”. Al día siguiente, me llegaron las primeras líneas del libro Augusto “Mucho Gusto” acompañadas de un mensaje mucho más escueto que el anterior: “Continúa tú”.

Y así, poco a poco, día tras día, mes a mes, surgió lo que en 2010 terminó siendo nuestra primera publicación: nuestro querido Augusto “Mucho Gusto”, un libro infantil que actualmente ha conseguido llegar a la tercera edición.

En 2012, tratando de encontrar un nuevo proyecto antes de que comenzara a disiparse la ilusión del primer libro, recordé que Seducida por su pasado estaba guardada en un cajón. Finalmente, conseguimos que saliera a la venta el 1 de agosto de 2014, tras más de dos años de duro e intensa labor de coordinación a través del correo electrónico.

Escribir nos ha ayudado a mantener encendida la llama de la ilusión, de la pasión, de los recuerdos de la niñez. Personalmente, a mi me ha permitido sobrellevar esa angustia que, como es normal, sientes cuando tienes a un ser querido lejos y no lo puedes ver, tocar y besar como cuando está cerca de ti. Ahora que han pasado unos años de aquello y que ya no escribimos juntos porque mi hermana tiene cada vez más cargas laborales y familiares ¾os doy una primicia: fui tío el 30 de diciembre de 2016¾, siento que estoy tan habituado a escribir y a dejar fluir mi imaginación, que no podría dejar de hacerlo por mucho que quisiera. Sentarme frente a la pantalla del ordenador me relaja, me divierte, algunas veces incluso me crispa cuando mis musas no se desperezan… Aun así, no podría dejar de hacerlo aunque escribir no me guste. El verbo correcto que hay que utilizar para definir lo que significa para mí sentarme ante el ordenador y dejar que mis dedos bailen sobre el teclado responde a la primera persona del singular del presente de indicativo del verbo apasionar. ¿Qué pensabais?

¡Sí, sí! Gustar y apasionar son dos verbos muy similares pero el segundo esconde ciertos matices que el primero no alcanza. Así que puedo concluir que me apasiona escribir y que, si no hay nada que me lo impida, seguiré haciéndolo.

Después de Seducida por su pasado, llegó Azúcar y Canela, mi primera obra en solitario y más tarde, con cuatro meses de diferencia, Enciéndete para mí, la novela erótica a la que debía llegar para responder la pregunta. Y dirás… ¿Erótica? Pues sí. Un día me dijeron: «¿A que no te atreves a escribir una novela erótica?». Y, ya ves… A mí van a venirme con retos.

 I.G.─ No es frecuente encontrar novelas románticas escritas por hombres, ni lectores masculinos leyendo las escritas por mujeres. ¿Cómo es el público que le lee?

J.A.M. Exigente. Y me gusta que lo sea, porque ello me obliga a esforzarme cada día un poquito más. Destacar que a pesar de que mayoritariamente el público que sigue mis historias es el femenino, cada vez hay mayor cantidad de hombres que se decantan por la literatura romántica aunque no lo digan. Es por ello por lo que suelo otorgar un protagonismo especial a la mayoría de los personajes masculinos de mis novelas.

 I.G.─ En su corta pero intensa carrera, has pasado por diferentes géneros y también editoriales ¿Con qué te quedas de cada una de esas etapas?

J.A.M. Cada etapa la he vivido intensamente, como si no hubiera un mañana. No voy a negar que algunas veces me haya venido abajo, sobre todo en aquellos momentos en los que alguna editorial me ha dado una negativa por no ser un autor reconocido. Como siempre, esa es la pescadilla que se muerde la cola. Afortunadamente, en los últimos tiempos, esa situación ha cambiado gracias a Romantic Ediciones (Azúcar y Canela, publicada el 29 de septiembre de 2016) y a RedApple (Enciéndete para mí, publicada en febrero de 2017).

De todas y cada una de las etapas, me quedo con la pasión que he depositado en cada proyecto y con la felicidad que me ha proporcionado saber que muchas personas han podido ¾y van a poder¾ disfrutar con las historias que con tanto esfuerzo construyo ante el ordenador.

Escribir un cuento (Augusto “Mucho Gusto”) me permitió conectar con mi hermana y acercarme, precisamente, al público infantil con el que tanto he trabajado a lo largo de todos estos años. Considero que a nuestra sociedad aún le queda mucho por hacer con los niños y niñas. Así que… ¡Qué mejor que un niño como Augusto Guzmán, el protagonista de la historia, para inculcar a sus lectores ciertos valores ¾respeto a la familia, a los amigos, a los ancianos…, tolerancia, igualdad, solidaridad, responsabilidad, etc.¾ y hacerles comprender que los libros son una poderosísima herramienta que permite desarrollar la mente y mejorar el vocabulario y la expresión!

Seducida por su pasado supuso un cambio radical en mi forma de escribir y trabajar con las editoriales. Por primera vez en mi vida me enfrenté a esa temida frase que comenté anteriormente en la que las editoriales reconocían que la obra era buena pero no podían invertir en ella por no ser un autor reconocido. Tuve que llamar a muchas puertas, lo reconozco. ¡A demasiadas! Y en casi todas, la respuesta era la misma. Sin embargo, no decaí. Siempre he sido una persona muy constante y no dejé de intentarlo. Al cabo de un año y medio, cuando los personajes de la novela nos exigieron que su historia fuera publicada, nos decantamos por Lulú, una plataforma de promoción de nuevos autores con la que conseguimos que la novela se difundiera a nivel internacional.

Suelo tener una manía: no me gusta concluir un proyecto sin tener otro en marcha. Así que, mientras se iban cubriendo los trámites para la publicación de Seducida por su pasado, inicié Azúcar y Canela. Recuerdo que fue en septiembre de 2012. Me encontraba en el norte, pasando unos días de vacaciones. El destino quiso que una tarde se pusiera a llover impidiéndome salir a la calle. No sé si estar frente a la ventana viendo cómo la lluvia golpeaba el cristal me inspiró. Al finalizar la tarde, ya había esbozado lo que sería mi nueva novela. Desafortunadamente, mi hermana ya me había comunicado que ella no podría continuar con el ritmo de trabajo que habíamos mantenido hasta la fecha, así que me lancé yo a la aventura. Durante más de dos años, tecleé, corregí, releí cientos y cientos de veces hasta que di por concluida una historia diferente a todo lo que había escrito hasta la fecha. Poco después, Romantic Ediciones aceptó publicarla en su sello Romantic Gold.

En Romantic Ediciones he encontrado el apoyo, la comprensión y las ganas por hacer las cosas bien que no he visto en otras editoriales. Por eso y por muchas cosas más, siempre les estaré eternamente agradecido al igual que a Red Apple Ediciones, la editorial que apostó por la novela Enciéndete para mí y que en febrero (D.M.) publicará mi nueva novela, Camino hacia la fresca charca, de la que por temas de contrato no puedo contar nada más.

I.G.─ ¿Con cuál de sus obras se ha sentido más cómodo escribiéndola? ¿La más complicada? ¿Por qué?

J.A.M. Cuando elijo hacer un proyecto, creo en él hasta el final y le dedico todo el tiempo del que dispongo. Quizás esa sea la mayor de las complicaciones con las que me enfrento. La falta de tiempo y el exceso de ideas que inunda mi cabeza.

En los últimos tiempos, sí que he notado que cuando llego al capítulo siete, mi mente sufre durante unos días un bloqueo “raro”. La historia se ralentiza durante unos días; me siento que soy incapaz de dar el salto en ese capítulo; valoro incluso la posibilidad de no continuar con la historia; leo; releo; vuelvo a leer los seis capítulos anteriores; cambio; vuelvo a cambiar; destrozo partes de la historia, más bien las fusilo o las reescribo totalmente. Después de varios días, vuelvo a fluir. Las ideas llegan solas otra vez y mis dedos son incapaces de bailar sobre el teclado a la misma velocidad que las ideas en la cabeza. La novela más complicada es la que estoy escribiendo en este momento. Hace días que llegué al temido capítulo 7 y estoy que no vivo. En este momento me siento como si el grifo de las ideas se hubiera cerrado. Espero que pronto se abra y las ideas vuelvan a fluir…

I.G.─A veces, se desarrolla la trama y se continúa con la personalidad de los personajes…

J.A.M.─ Yo lo hago al contrario, precisamente. Necesito tener muy definida la personalidad de mis personajes. De hecho, ellos son los que me van orientando y me van diciendo las tramas por las que quieren pasar.

I.G.─ ¿Cuál es su fuente de inspiración, su lugar preferido para escribir, la hora más propicia?

J.A.M.─ Soy una persona que piensa mucho las cosas, en silencio, con tranquilidad, valorando los pros y los contras. Considero que ese estado de introspección al que tiendo en momentos clave de mi vida es la llamada de atención que mi mente envía a mis musas para que se desperecen y comiencen a imaginar nuevas historias que regalar al gran público.

Antes de escribir paso unos días barruntando la historia en la cabeza, tomando algunas notas sueltas, pensando algunas tramas… Cuando el batiburrillo de información comienza a impedirme dormir (no sé por qué pero por las noches se me ocurren las mejores escenas), es cuando abro un nuevo documento de Word y empiezo a teclear. No tengo una hora concreta para escribir aunque sí que me obligo a hacerlo todos los días. Por eso, una de las primeras cosas que hago por la mañana es encender el ordenador (lo tengo en la habitación), abrir el archivo del día anterior, hacer un guardar como del mismo e intentar poner aunque sea un par de palabras nuevas. A veces, llega la tarde y no he hecho más que eso. Pero os aseguro que mi mente no habrá dejado de trabajar. Escribo siempre en mi habitación (no tengo despacho), sobre un pequeño escritorio que tengo junto a la cama. Siempre lo hago con la persiana levantada para que entre la claridad del día. Las noches son para dormir, salvo cuando los personajes y las musas se ponen de juerga y me obligan a encender el ordenador para no perder las ideas.

I.G.─ ¿Cuándo coloca el título?

J.A.M. Siempre al principio. Saber cómo se va a titular la novela me ayuda a componer la historia.

I.G.─ ¿Tiene alguna musa que te permita lograr la inspiración?

J.A.M. Esta pregunta es muy difícil de contestar ya que a lo largo de mi vida ha habido muchas musas: rubias, morenas, pelirrojas, con ojos claros, oscuros, altas, delgadas… y siempre, repito: siempre, muy femeninas.

I.G.─ ¿Cómo te sientes cuando escribes?

J.A.M. Relajado, tranquilo, estimulado… Escribir me permite alejarme de todos los problemas que, irremediablemente, nos acompañan a todos en nuestro día a día. Muchas veces pienso que al escribir descargo esa maleta pesada que todos llevamos en la espalda y a la que vamos echando todo aquello que nos angustia o causa pesar y se lo voy cediendo poco a poco a mis personajes.

I.G.─ ¿Ha llegado a pensar, aunque haya sido tan sólo por un instante, dejar de escribir?

J.A.M. Sí, pero a los cinco segundos doy carpetazo a ese pensamiento.

I.G.─ Usted nos habló de sus “lectores cero “; su madre y su hermana, ellas son las que opinan antes de que su obra se publique. ¿Qué les pide y qué cualidad destacaría de cada una de ellas?

J.A.M. Ante todo, les pido que sean exigentes y que critiquen todo aquello que no les guste de la novela. Esa es la única forma de mejorar. Ambas, mi madre y mi hermana, son tal para cual. Han leído mucho a lo largo de los años y son muy románticas. Yo suelo decirles que les corre por las venas. Son muy ingeniosas y siempre proponen tramas nuevas y saben criticar con cordura, buscando siempre la palabra correcta o la trama que mejor encaje en aquellas partes de la novela que, a priori, puedan flojear un poquito.

I.G. ¿Cómo vivió su hermana la presentación del libro “Augusto Mucho Gusto”?

J.A.M. Fue un momento en el que se mezclaron la alegría y la tristeza. Alegría por lo que habíamos conseguido (ganar el concurso que nos iba a permitir publicar nuestro primer libro, "Augusto Mucho Gusto"). Y tristeza, por no poder asistir a la presentación.

I.G.─ ¿Para cuándo otra aventura literaria juntos?

J.A.M. Esa es la pregunta que me hacen siempre y que nunca puedo contestar ya que nuestras vidas se han «complicado para bien» con la llegada de nuevos miembros a la familia que necesitan mucho tiempo y atención y que nos han obligado a dejar algunos proyectos sin terminar. Cuando l@s niñ@s crezcan y sean mucho más autónom@s, retomaremos otra vez nuestra aventura literaria. Entretanto, yo seguiré al pie del cañón luchando para que no nos olviden a ninguno de los dos.

I.G.─ Hablemos ahora del Autor… ¿Quién es José Antonio Moreno?

J.A.M. Uff… ¡Qué pregunta más complicada! Como diría uno de los personajes de la novela Camino hacia la fresca charca que se publicará (D.M.) en febrero: «¡Madreeeeee!».

Uhm, vamos a ver… Soy una persona muy normalita, de esas que te puedes encontrar en la panadería, en el supermercado o tomando un refresco en una cafetería, que se enfrenta a los problemas cotidianos como todo el mundo, imagino. Soy una persona muy constante, de las que piensa que todo en la vida se puede conseguir con esfuerzo y tesón. De hecho, la frase que me acompaña siempre es: «la constancia todo lo abarca». También soy muy entusiasta, serio cuando la situación lo requiere, muy observador, cariñoso, fiel, amigo de sus amig@s, a veces miedoso aunque nunca digo que no a los retos y… ¡Yo qué sé! Lo mejor para que me conozcáis es que quedemos un día para charlar tomando algo tranquilamente. En las distancias cortas es como se conoce realmente a una persona.

I.G.─ ¿Cómo vivió la primera edición del Día del Libro el pasado 23 de abril? 

J.A.M. Decir que me lo pasé genial es poco. Este tipo de eventos deberían promoverse concienzudamente desde todas las administraciones ya que la cultura es un complejo entramado; es como una función matemática que engloba arte, moral, costumbres, saber, habilidad… y un larguísimo etcétera que tiende a infinito e indetermina el valor de su límite. Por ello, dado que desde las administraciones son aún un poco reacios a potenciar y a difundir la cultura, considero que vuestra labor es encomiable y de agradecer. Cada vez que hablo con alguien de aquel día siempre digo que ¡FUE UNA EXPERIENCIA FANTÁSTICA! Sí, sí. Lo fue. Aunque ya lo hice personalmente en su momento, desde estas líneas quiero reiterar mi agradecimiento a todos por haber trabajado con tanta dedicación para que aquel 23 de abril todo saliera sobre ruedas. Ah, por cierto. Amenazo con volver.

 I.G.─ ¿Quiere añadir algo a modo de despedida?

J.A.M. Hace tiempo leí una cita que siempre utilizo cuando tengo que incentivar a mis alumnos/as para que lean. Dice así:

Lee poco y serás como muchos…

 Lee mucho y serás como pocos.

 

No podemos olvidar que la lectura nos abre la mente hacia otros puntos de vista, hacia mundos que sólo pueden ser vistos a través de los ojos de un explorador, de un extranjero, de un historiador…; mundos para los que el odio, el amor, la pasión, los misterios y los sueños actúan como hilo conductor de las historias de determinados personajes con las que podemos sentirnos identificados; mundos, imaginados, o no, con los que pasaremos horas maravillosas siempre y cuando tomemos el libro y lo abramos con la clara intención de iniciarlo en la primera página y no abandonarlo hasta el final.

“Leer es como besar…

               A quien no lo hace con frecuencia, se le nota en la lengua”.

(F. Croisset)

I.G.─ ¡Muchas gracias por haber aceptado esta entrevista José Antonio y el deseo de que sigas cosechando grandes logros literarios; en solitario o junto a tu hermana!

J.A.M. Gracias a vosotros por el apoyo que me brindáis siempre y, sobre todo, a todo lo que tenga que ver con la cultura.

MIL GRACIAS A TOD@S POR VUESTRO APOYO Y POR SEGUIRME.


23 sept 2017

MARÍA DEL PILAR ANDÚJAR RODRÍGUEZ

Me gusta asistir a las presentaciones de libros, y si tengo oportunidad, hacerle una entrevista al autor o autora 

Presentación del libro “Cuentos para Contar las Cosas Importantes”, de Mª Pilar Andújar Rodríguez




Recurrir a un cuento para comunicar una idea; una enseñanza; un sentimiento, para presentar y defender alguno de nuestros valores, es un viejo truco que siempre ha sido “herramienta estrella” en la educación de los niños. ¡El cuento es nuestro mejor aliado! ─ dijo Pilar convencida, antes de presentar su obra a un nutrido público, en la Biblioteca de la Cala de Mijas el pasado viernes 31 de marzo.

 «Cuentos para Contar las Cosas Importantes», su autora, la psicóloga Mª Pilar Andújar Rodríguez, nos deleitó durante unas horas con su exposición de cómo usar los cuentos para explicar ciertos temas que a menudo resulta difícil para los pequeños y sus padres»


Ocho temas como: El silencio. La separación. El irse a dormir solo. La envidia. No separarse de papá o mamá. Los celos. Cuando decir sí y cuando No. El deseo de hacerse mayor, fueron argumentados y nos animó a intentarlo…


Tras un caluroso aplauso, llegó el momento de las preguntas…


─Dime Pilar, ¿Cuál de esos cuentos te hubiese gustado que te leyeran en tu infancia? ─le pregunté expectante.


Después de un silencio y mirada perdida, me respondió convencida…


─“¡Rita se hace famosa!”… porque me hubiese ayudado bastante en mi niñez─ dijo moviendo su cabeza afirmativamente".


Cuando llegué a casa, abrí el libro que olía a recién salido de imprenta y busqué y encontré ese cuento: Capítulo 4, "sobre el valor de ser uno mismo y la importancia de no dejarnos dominar por la envidia".


«Comprender que el verdadero triunfo es ser uno mismo… Ser uno mismo es lo más importante… Ser mejor que los demás no tiene sentido porque somos diferentes para aportar cada uno algo especial que los demás no poseen…»


Detuve la lectura recordando mi niñez, mis amigos y amigas de aquella época… y lo cerré para leer el resto en otro momento; ¡¡También a mí me hubiese gustado que me lo contaran!!

 

¡Libro recomendado para todas las edades!


   El pasado 31 de marzo, ante un nutrido público, Mª Pilar nos presentó su libro  “Cuentos para Contar Cosas Importantes” en la Biblioteca de la Cala de Mijas, y no ha parado en su empeño de dar a conocer uno de los mejores recursos para conectar con un niño; su obra.  Desde entonces,  hemos coincidido en numerosos eventos, su conversación siempre enriquecedora con su  “visión positiva del día a día”; es un subidón de adrenalina y autoestima… ¡Así es ella!

   Natural de San Sebastián (Guipúzcoa), afincada desde hace años en Mijas. Licenciada en Psicología, miembro de la Asociación Disciplina Positiva España y de la Asociación Española de Psicología Adleriana; y escritora.

Isabel Gámez. ─Ha sido publicado su libro “Cuentos para Contar Cosas Importantes” de la Colección; ¡Cuéntamelo con Cuentos! ¿Con qué objetivo comenzó a escribir cuentos?

Mª Pilar Andújar   Este libro es una recopilación de ocho cuentos. Cada uno toca un tema que suele crear dificultades en la vida del niño y su entorno familiar. Para hacer algo por solucionar la cuestión los adultos explican al niño razones y le envían elaborados mensajes que no siempre logran calar en la mente infantil. Llegado a este punto los cuentos son nuestros mejores aliados.

El objetivo de este libro es de alguna manera poner en valor la gran importancia de los cuentos como vías de comunicación, tanto de conocimientos como de sentimientos y emociones. El cuento es el escenario en el que los adultos volvemos a ser niños, sin dejar de saber todo lo que la vida nos ha enseñado.

El libro se dirige en primer lugar al adulto, con una introducción sobre cada tema que pretende ayudarle a que encuentre la esencia de la cuestión y del mensaje que desea que el niño reciba. Ir a lo esencial en el lenguaje del niño. Y tras la introducción cada capítulo del libro presenta un cuento que es para que sea leído al niño por el padre, la madre, abuelos, o profesores. Yo recomiendo que el padre lea primero el libro antes de leérselo al niño. De ese modo lo comunicará con más eficacia, lo habrá hecho suyo antes de presentárselo al pequeño.

I.G ─ ¿Está convencida de que el cuento es una potente herramienta de educación, desarrollo  y enseñanza?

M.P.A. ─ Exactamente, creo que siempre lo ha sido. El cuento es al fin y al cabo un ejemplo que ponemos para que sea comprendido un mensaje que de otro modo tal vez para el niño no sería posible asimilar. Y además el cuento gusta a los niños, atrae su atención, y despierta su interés y su imaginación y está cargado de emociones. ¡Tiene todos los ingredientes para el éxito!

Se comprende el mensaje implícito en el cuento porque uno “lo vive”, se identifica con situaciones y personajes, y ese momento se percibe como parte de la vida y por lo tanto la memoria se activa y se “aplica” mucho más. Lo que interesa y emociona es lo que permanece y pasa a formar parte de nuestra persona de alguna manera: se aprende (se queda prendido en nuestra mente, y nuestro corazón, adherido como un recuerdo pertinaz).

I.G. ─ Recuerdo con cariño, que con la habitación en penumbra y mis hijos acostados, les contaba “cuentos personalizados” para hacerles ver algún mal comportamiento del día; terminábamos los tres debatiendo y perdiendo la paciencia con el protagonista inventado… ¿Quién/ quienes,  le contaba cuentos de pequeña a Mª Pilar?

M.P.A. ─ Sí, de alguna manera de eso se trata de reunir ficción y realidad. A mí era mi madre, mi abuela, mi tía quienes me contaban cuentos y me encantaba. Si nos paramos a pensar qué recuerdos tenemos de nuestra infancia aparecen pequeños jirones de nuestra vida que aún hoy nos retrotraen a ese pasado. Son recuerdos vívidos. Yo recuerdo así algunos momentos en los que me contaban algún cuento y la fascinación que despertaban en mí una y otra vez los mismos relatos.

I.G. ─¿Recuerda alguno de esos cuentos de infancia?  ¿Por qué precisamente ese?

M.P.A. ─ Pues recuerdo un cuento de una gallinita a la que el lobo atrapa y mete en un saco…pero ella lleva en el bolsillo del delantal unas tijeritas y aguja e hilo y cuando el lobo se para a echar la siesta ella corta el saco con las tijeras y se escapa, no sin antes meter una gran piedra y volver a coser el saco. El lobo continúa su viaje y pensando que en el saco lleva la gallina acaba escaldado al echar la piedra a una gran olla en la que pretende cocinar a la gallinita. Un cuento dramático como tantos otros de la época. Realmente impactante, aún hoy me parece una historia muy fuerte. Hoy no contaría este cuento a ningún niño, la verdad. El mundo es cruel, pero ya no podemos relatarlo con la inocencia con la que nuestros padres y abuelos nos transmitían los mismos cuentos que a ellos les contaron sus mayores. 

Imagino que este cuento ha quedado destacado en mi memoria porque vengo de familia de costureras y eso de las tijeritas me tocaba bien de cerca. El final del lobo me impresionaba, pero también se lo tenía ganado “por malo”, porque recibió para sí aquello que pretendía hacer a la pobre gallinita.  Hoy en día los cuentos son menos cruentos, y transmiten su mensaje y sus enseñanzas con más delicadeza. Hablan de “lo que está bien y lo que está mal” a través de la emoción que produce en el niño el relato. Vemos que el niño tiene un sentido innato de la bondad y de la justicia y siente pena por lo que le pasa al débil.

I.G. ─ De los ocho cuentos que se incluyen en tu libro ¿cuál de ellos te hubiera gustado más que te contaran de pequeña?

M.P.A. ─ Me parece una pregunta muy interesante. Profundamente interesante. No me lo había planteado pero creo que elijo  el cuento “Rita se hace famosa”. Un cuento que trata sobre la envidia. Algo tan humano, y tan frecuente al menos en nuestra sociedad tan competitiva que nos mide, y nos hace medirnos continuamente y compararnos con los demás.

Precisamente la envidia es el tema de otro libro de psicología en el que hace unos días me han propuesto participar. La envidia es un sentimiento muy mal visto y por tanto muy reprimido y se sufre en sus dos vertientes. Sufrimos envidiar porque es un sentimiento que nos entristece y nos enfada y  también nos sentimos profundamente avergonzados de nosotros mismos por envidiar a los demás, con lo que ocultamos la envidia a los otros y también a nosotros mismos y así la transformamos en otras cosas peores como el odio y el rencor que pueden crear verdaderos problemas. Como en muchas otras cosas, también en este campo hay muy mucho por mejorar y evolucionar.

Una sociedad distinta está llamando insistentemente a nuestra puerta. Una sociedad en la que se invite más a colaborar y  menos a competir. En la que en lugar de poner el foco en juzgar a los demás (y por extensión a nosotros mismos), lo pongamos en comprendernos a nosotros mismos y a los demás. ¿Nuevos valores? Tal vez no haga falta…será suficiente con saber vivir más acorde a ellos. Teóricamente defendemos valores que no hemos terminado de interiorizar, que no han desterrados otros con los que son incompatibles.

I.G. ─ Cuentos para enseñar valores, para enseñar una habilidad, para educar la higiene… ¿Hay una hora o momento “mágico” conveniente para leer un cuento? ¿Algún consejo?

M.P.A. ─ Momento mágico es la conexión y que el niño y el adulto se miren y se escuchen con toda atención y  todo lo demás desaparezca. Miradas, sonrisas, tono de voz, emociones, bromas, caricias, todo constituye en ambiente y entorno ideal del momento “cuento”. La noche antes de dormir es el momento más habitual, pero también la hora de la comida puede convertirse en algo especial si “invitamos” a un cuento para amenizarla y crear un poco de magia y conexión.

No olvidemos que los niños se acaban aprendiendo el cuento y pueden participar en su relato. El cuento leído es importantísimo para que el niño asocie la lectura a momentos placenteros, y el cuento que relatamos, tal y como nos los contaban a nosotros de pequeños, enseñan a amar el diálogo y la conversación. Nos quejamos de los peligros de las tecnologías y las pantallas, pero somos nosotros en parte los que les dejamos todo el campo libre. Los cuentos también gustan mucho a los niños, aprovechemos esta circunstancia para ofrecerles otras opciones de diversión y conexión.

Educar a los niños es la principal tarea de los padres y también la más difícil, sobre todo con la velocidad en la que se están produciendo cambios en nuestras formas de vida. La relación y comunicación con los niños es la base de la capacidad de influencia de los educadores. Cuidar la conexión es fundamental y los cuentos nos ayudan a comunicar las cosas importantes de la vida. A prepararles para un futuro que hoy sabemos que será distinto a lo que hoy vivimos. Por eso la educación es más que nunca un reto.

Ya nos sirven las formas educativas del pasado, y para implementar otras nuevas el adulto ha de preservar su capacidad de influencia. La comunicación, la conexión y sobre todo el ejemplo son básicos para ayudar al niño a desarrollarse como persona en nuestra sociedad.

I.G. ─ La Disciplina Positiva nos ofrece múltiples instrumentos que podemos usar en lugar del grito o el castigo; el poder de un abrazo es sorprendente,  pero ¿Se puede educar sin castigar ni premiar?

M.P.A. ─ Sí, la igualdad en dignidad y respeto de todos los seres humanos es un concepto que no siempre ha reinado entre los principios de la organización social. Y esto ha traído un avance indudable, un salto cualitativo en la forma de concebirnos como seres humanos. La educación tradicional se basaba en otras premisas que otorgaban un diferente estatus y aplicaban los principios  autoritarios.

Hoy en día los niños se saben tan importantes como los adultos, porque se hace para ellos evidente que así lo son por el trato que reciben día a día de sus padres. Nadie quiere hijos sumisos, sino personas felices, libres de elegir. Por tanto hay que atender a la formación de criterios sobre “lo que está bien y lo que no” en el niño desde pequeño.

Es un proceso que forma parte de la formación del niño hasta convertirse en un adulto responsable y autónomo. Esto no se logra eficazmente con premios y castigos. Podemos modificar la conducta del niño si ofrecemos un premio lo suficientemente atractivo o un castigo lo suficientemente duro, pero eso no nos garantiza que el niño haya realmente avanzado hacia el adulto que deseamos que sea en el futuro.

Los mensajes implícitos que recibe el niño son inquietantes. “Si estudio mis padres tienen que compensarme y si no lo hacen no es justo”. Si un niño estudia porque si no le van a castigar ¿tenemos garantías de lo que hará cuando ya nadie vaya a castigarle? Y sobre todo ¿qué idea sobre sí mismo está aprendiendo? ¿que es alguien a quien otro compra con regalos o coacciona mediante amenazas?

Y sí, estoy de acuerdo con tu afirmación, el abrazo y la sonrisas son muy poderosos porque crean conexión que es la base de la convivencia y de la comunicación y el establecimiento de vínculos que nos hacen sentirnos parte del grupo, de la familia, del aula y además saber que somos respetados y valorados, aceptados tal y como somos.

I.G ─ Es importantísimo involucrar a los Padres y Educadores…  En sus charlas y talleres sobre Disciplina Positiva ¿Queda satisfecha por el nivel de participación? ¿Qué actitud, comentarios recibe de sus cuentos?

M.P.A. ─ Los padres de hoy en día viven con muchísimo interés la educación de sus hijos. Y también con preocupación. Tanto el tema sobre los resultados académicos como el de los comportamientos en el hogar y en el aula de clase. La participación ha sido muy buena tanto en número de asistentes, como en el interés y las intervenciones. Los padres acuden a las charlas a pesar de que no hay nada tan sobrecargado como la agenda de una madre o de un padre de hoy en día. Acuden porque necesitan orientación. Se dan cuenta de que las formas educativas que conocen no funcionan. No funcionan las que utilizaron con ellos sus padres ni otras opciones que se ponen en marcha más basadas en el diálogo y las maneras cercanas.

Los padres a menudo acuden desconcertados. Ni la mano firme, ni la mano amable lograr educar. Así que hace falta aprender otras formas que nos hagan sentir que somos capaces de educar y que nuestros niños son capaces de aprender a comportarse siendo ellos mismos, pero a la vez siendo parte de una familia que funciona con conexión y cooperación entre todos sus miembros.

Sobre mis cuentos recibo comentarios muy positivos. Especialmente de aquellos padres que desean hablar a sus hijos sobre su separación que es el tema del cuento “Tino, el leoncito que vivía en el valle y en la montaña” porque es un tema muy sensible y les viene muy bien poder presentarlo de manera constructiva y sin culpables. Me han dicho en más de una ocasión que les ha servido tanto a los padres como a los niños.

I.G ─ ¿Le ha proporcionado alguna satisfacción “confesable”  como escritora de Cuentos para Contar las Cosas Importantes?

M.P.A. ─ Escribir siempre es un placer. Cuando escribí estos cuentos tenía delante el reto de un problema que solucionar. En realidad me resulta muy sencillo inventar un cuento para explicar alguna cosa a un niño. Y como todo proceso creativo el primer receptor eres tú mismo. Imaginar es crear vivencias propias que luego transmites a otros. El cuento y los relatos en general se escriben para uno mismo disfrazado de “los otros” para los que hipotéticamente estas creando.

Los cuentos llevan mucho tiempo escritos. El hecho de recopilarlos y publicarlos ha sido gracias a la circunstancia de que me invitaron a participar en otros libros de psicología y a raíz de la experiencia empecé a verlo como algo factible. Y ya poco he participado como coautora en tres libros de psicología y he publicado dos libros de cuentos, y una versión en inglés de este primer libro (Tell me With Stories! Stories to Speak about important things) que ha traducido una muy querida amiga, Alice Johnston, también vecina de Mijas.

La publicación de este libro ha supuesto para mí una gran ilusión, porque sí, confieso que siempre he querido ser escritora, entre otras muchas cosas. Hoy en día no me considero escritora, aunque escribo.  Para mí el subtítulo que yo pongo a la publicación de este librito es una frase de Alfred Adler que el psicólogo que desarrolló la teoría psicológica en la que está basada la Disciplina Positiva: El valor de ser imperfecto.

El miedo a los errores, a no ser lo suficientemente bueno, a ser considerado pretencioso, a que otros no valoren nuestro trabajo y nuestra persona, nos paraliza y nos impide crecer y aprender a superarnos y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos.

I.G. ─ Hablemos ahora de la Autora ¿Quién es Mª Pilar Andújar Rodríguez?

M.P.A. ─ Una persona muy normalita y a la vez como todo el mundo, diferente a todos los demás. Cada persona es un mundo, en eso creo firmemente, y cada persona libra una batalla consigo misma y después con la vida. En esa batalla nuestras emociones son testigos y protagonistas. Y sí, tengo días y momentos de todos los colores, como todo el mundo, imagino.

Pero estar vivo y ser consciente de ello es un buen “deporte y divertimento”. Algo hay que hacer para aprovechar el milagro de la existencia. Estamos aquí para transformar el mundo y es lo que inevitablemente hacemos con cada pensamiento, cada palabra, cada acción. Como infinitesimales impulsos que se integran y crean vida. Ser creativo es estar vivo de verdad. Escribir da a mis momentos profundidad, siento ser más “yo misma”, y desde luego disfruto mucho escribiendo. Espero que lo que escribo también haga pasar un buen rato a quien lo lee y que le aporte algo positivo.

I.G. ─ ¿Cómo vivió la primera edición del Día del Libro el pasado 23 de abril.

M.P.A. ─ Me sentí muy contenta y sorprendida de que me invitaras cuando  asististe  a la presentación de mi libro en la Biblioteca de La Cala de Mijas y me diste la grata noticia de que me invitabas a participar en el día del libro.  Así que ese día fui ilusionada y con ganas de conocer a otros autores de Mijas, como así fue. Estábamos todos encantados y en poco tiempo hablamos y compartimos mucho. Y también tuvimos la oportunidad del contacto con el público que se acercaba a las casetas. Hablar con los padres y niños que se interesaban en mi libro fue muy gratificante. Fue una experiencia muy bonita que seguro que tiene continuidad.

I.G.─ ¿Dónde podemos adquirir su libro?

M.P.A. ─ Se vende por internet en el enlace:

http://www.lulu.com/shop/m%C2%AA-pilar-and%C3%BAjar-rodr%C3%ADguez/cuentos-para-contar-cosas-importantes/paperback/product-23019780.html

También está a la venta en NATURANA, en calle Río de las Pasadas, 48, Las Lagunas, Mijas Costa.

Para más información podéis poneros en contacto conmigo a través de mi correo electrónico:   pianro@hotmail.com    

I.G. ─ ¿Desea añadir algo a modo de despedida?

M.P.A. ─ Que muchas gracias por contar conmigo y sobre todo por todo lo que hacéis en beneficio de la cultura y los vecinos. Sois fantásticos y espero poder tener nuevas oportunidades de aportar algo para colaborar en vuestra labor generosa y desinteresada.

I.G. ─ ¡Gracias por su dedicación, por su tiempo, por concederme esta entrevista Mª Pilar, y el deseo tanto de que sigas cosechando grandes logros!

¡¡Gracias Pilar!!

Isabel Gámez 18/09/2017